viernes, 12 de septiembre de 2008

...antes de la lluvia...

contaba ya con una compañía incondicional... que vivía mi vida a través de mis ojos, como un fantasma cuya presencia teñía todo de un color gris, como las mañanas... entonces pude relacionarme con los demás sin que nada me impidiera seguir siendo yo mismo... aún con la máscara, pero por primera vez sabía que por lo menos una persona me permitía vivir mi propio mundo... así que mi tiempo a solas ya no era una carga amarga... y mi tiempo con las personas era plenamente disfrutable... pude encaminar proyectos personales, e involucrarme en grupos para hacer cosas diferentes a las cotidianas... mis pasos siempre se encaminaban a lugares entrañables y que me hacian sentir bien... y la compañía emocional llegó, aunque eso forma parte de otras historias... como esa en la que mi corazón volvió a latir pero tuvo que detenerse porque iba a llover...

4 comentarios:

diamandina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
diamandina dijo...

Jo, no, perdón, ya me di cuenta que me equivoqué de blog para poner el comentario anterior. Disculparás, como que no pasó.

Nadiezhda dijo...

Gracias por el link, un lindo regalo.
Cómo llegaste a mi post?
Hace tanto que no escribo en el blog.

Me gustó tu post, el tiempo a solas no es una carga, hay que aprender a disfrutarlo.

Saludos

Néstor Daniel dijo...

llegué como muchos, buscando y buscando afinidades...