jueves, 5 de junio de 2008

...era de noche, y sacabamos la luna...

Eran las noches de emergencia, cuando ibamos por la taza de café y encendíamos la luna, nada más para mirarla. Un pequeño círculo de almas afines... el solitario se resistía y no se negaba a compartir momentos de verdad con algunas personas, siempre anteponiendo un criterio que me garantizaba libertad, silencio y la seguridad de que mi vida les era totalmente ajena pues por aquellos dias ya poseía mi más grande creación... esa que me permitía ser y no ser el que decía, hacía y sentía. Asi que después de varias noches en las que el pequeño círculo de almas afines se reunía, en noches de emergencia, en mi mente empezó a gestarse una idea tan ambiciosa que el solo hecho de imaginarla me hacia temblar de emoción... todo comenzó unos años antes, en la adolescencia... un grupo de amigos... y su apelativo... asi que por fin había encontrado la respuesta para poder enfrentar a la oscuridad sin consumirse en ella...

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